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un viaje a la nada

Tres deseos

Tres deseos Sí… eso quiero. Encontrarme al duende de los sueños y pedirle sin dudar, mis tres deseos.

El primero: un ombligo bien grande, redondo y brilloso como un lucero, para concentrar el mundo y mis ojos en su centro, hundirme en laberintos que no duelan, ni auguren que cabe un universo… más allá.

Después, le pediría una avalancha de olvido condensado, que aromara las noches en cálido sopor. Para vaciarme hasta cero, para latir el instante, como único y solo… despertar.

Y al final: un espejo, donde empezar de nuevo a construir lo que no quiero y necesito, para encontrar un punto, tangible o previsible… de reunión… o REALIDAD.

hieL

¿a quién intento engañar???

a míiiiiiiiiiiiiii.....!

2 comentarios

mhieL -

creo que ese es el problema. No puedo mentir... ni por piedad

zoroastros -

Es necesario engañarte? Te darias cuenta de tus propias trampas.