Tres deseos
Sí
eso quiero. Encontrarme al duende de los sueños y pedirle sin dudar, mis tres deseos.
El primero: un ombligo bien grande, redondo y brilloso como un lucero, para concentrar el mundo y mis ojos en su centro, hundirme en laberintos que no duelan, ni auguren que cabe un universo más allá.
Después, le pediría una avalancha de olvido condensado, que aromara las noches en cálido sopor. Para vaciarme hasta cero, para latir el instante, como único y solo despertar.
Y al final: un espejo, donde empezar de nuevo a construir lo que no quiero y necesito, para encontrar un punto, tangible o previsible de reunión o REALIDAD.
hieL
¿a quién intento engañar???
a míiiiiiiiiiiiiii.....!
El primero: un ombligo bien grande, redondo y brilloso como un lucero, para concentrar el mundo y mis ojos en su centro, hundirme en laberintos que no duelan, ni auguren que cabe un universo más allá.
Después, le pediría una avalancha de olvido condensado, que aromara las noches en cálido sopor. Para vaciarme hasta cero, para latir el instante, como único y solo despertar.
Y al final: un espejo, donde empezar de nuevo a construir lo que no quiero y necesito, para encontrar un punto, tangible o previsible de reunión o REALIDAD.
hieL
¿a quién intento engañar???
a míiiiiiiiiiiiiii.....!
2 comentarios
mhieL -
zoroastros -