dioses y exilios
Le decía a K
no hace tanto, cuando él criticaba religiones y admiraba a Marx en su parábola de opios y mansedumbres
que cuando yo tenía su edad
14 o 15
mi cabeza estalló como el Big Bang, buscando cada partícula de materia, una respuesta a éste mundo vertiginosamente absurdo.
Entonces, tenía un odio exacerbado a la iglesia y su investidura, que me resultó magnífico como inspiración al conocimiento desbocado.
Había una canción de Violeta que tarareaba sin música cuando me hablaban de santidades, oro y plata encerrados tan lejos de este infierno sin dios
Qué dirá el santo padre
que vive en Roma
que le están degollando
a sus palomas
Historia de segundo año, es una ráfaga de aire fresco y corrosivo que oxida los cimientos de los curiosos. Se descubre la mentira, la trama sanguinolienta, la corrupción, los negociados y todo aquello que ningún académico se atreve a divulgar pero se lee entre líneas y se cabalgan laberintos más allá de las páginas amarillas de la sociedad feudal, la vida licenciosa en las cortes, los despotismos de los cruzados y las cenizas indelebles de la santa inquisición
Yo amé en ese entonces y más ahora, a la profe que me obligó a estudiar el absurdo Borgiano, a las catequistas imbéciles que jamás supieron contestar ninguno de mis planteos filosóficos, al cura que me aconsejó no mezclar la osamenta primate de Lucy, ni el descubrimiento de los Leaky en África ni a Darwin, en asuntos de dios.
Y amé a mi madre, con rabia feroz al principio por retarme a buscar respuestas que su hacer religioso no podían saciarme. Porque su desafío me abrió en pedazos.
Conocí las cartas de Gregorio (el Papa de las estrategias). Recorrí el mundo bárbaro de San Patricio y San Brendan. Crují en las brasas orgiásticas de Torquemada. Vomité herejías entre los Arrianos. Sufrí los despojos de Galileo abjurando de sus teorías. Amé las sobriedades de Lutero y sus reformas. Gocé la humanidad mezquina de Enrique VIII y me llené de sombras y de lunas, saboteando los versos prohibidos de El nombre de la rosa y de La diosa blanca
Cuando el chico me mira y piensa que estoy loca antes de darle la razón, le recuerdo que siempre hay un punto en el camino, en que la solidez del suelo se desgarra y cada pie en un margen, desequilibra la marcha, detiene y paraliza.
Tomamos decisiones y jugamos a que somos artífices de nuestra propia vida.
Ese tiro, aquella vez, me reencontró con mi naturaleza mas íntima y ahora hoy, me vuelvo a enfrentar a mis fantasmas de viejas tropelías, en sus ojos de espejo empañado cuando me invita como antes de ayer, a sus propias batallas.
-¿Podemos hablar de la diferencia entre ser ateo y agnóstico?-
-Entonces discutamos que es religión y que es religiosidad-
Le digo que priorizo la duda y me alejo de absolutismos.
Me habla de esos fieles rezando y llorando por su hombre emisario de dios y de cuánto bien harían todos juntos si se unieran para algo más concreto y mas verídico.
Le explico que la libertad también contempla el derecho a la fe individual.
Me contesta que la religión debilita y empobrece.
Le recuerdo que ya en las cavernas teníamos sed de trascender.
Me define en teorías y prácticas sus diferencias.
Y yo pienso .¡Joder!... Porque tiene cien respuestas y mil preguntas. Y el sendero de sus razonamientos eclosiona cada día más a prisa.
-¿Tanta ceremonia ? Se murió un Papa pondrán a otro y todo seguirá igual-
Cambian los santos padres y son siempre las mismas palomas degolladas por idénticos motivos. No importa que dijo éste, ese o aquel Importa que nadie ninguno nunca, hizo ni hará nada para revertir el curso de las aguas que hacen del molino de la fe una furiosa necesidad, porque vivir en ésta tierra: hambre violencia miseria injusticia duele tanto que pocos motivos alumbran y la mayoría sobran.
-Dios no existe-
-No me preocupa si existe o no. Me indigna la industria de dios y la barbarie satisfecha en su nombre-
Tal vez a los 14 o 15 el Big Bang es nada mas que un click, un destello y la luz preciosa de saber que en los escombros todavía nos cabe la conciencia, de la mas plena oscuridad.
Sin fecha - Cualquier domingo de otoño Viendo la plaza de San Pedro por televisión -
mheL
Miren como nos hablan de libertad
cuando de Ella nos privan en realidad
Miren como pregonan tranquilidad
cuando nos atormenta la autoridad
¿Que dirá el santo padre
que vive en roma
que le están degollando
a sus palomas?
Miren como nos hablan del paraiso
cuando nos llueven balas como granizo
Miren el entusiasmo con la sentencia
Sabiendo que mataban ya a la inocencia
¿Que dirá el santo padre
que vive en roma
que le están degollando
a sus palomas?
Entre más injusticia, señor Fiscal
Más fuerza tiene mi alma para cantar
Con esto se pusieron la soga al cuello
El sexto mandamiento no tiene sello
¿Que dirá el santo padre
que vive en roma
que le están degollando
a sus palomas ?
Violeta Parra
Entonces, tenía un odio exacerbado a la iglesia y su investidura, que me resultó magnífico como inspiración al conocimiento desbocado.
Había una canción de Violeta que tarareaba sin música cuando me hablaban de santidades, oro y plata encerrados tan lejos de este infierno sin dios
Qué dirá el santo padre
que vive en Roma
que le están degollando
a sus palomas
Historia de segundo año, es una ráfaga de aire fresco y corrosivo que oxida los cimientos de los curiosos. Se descubre la mentira, la trama sanguinolienta, la corrupción, los negociados y todo aquello que ningún académico se atreve a divulgar pero se lee entre líneas y se cabalgan laberintos más allá de las páginas amarillas de la sociedad feudal, la vida licenciosa en las cortes, los despotismos de los cruzados y las cenizas indelebles de la santa inquisición
Yo amé en ese entonces y más ahora, a la profe que me obligó a estudiar el absurdo Borgiano, a las catequistas imbéciles que jamás supieron contestar ninguno de mis planteos filosóficos, al cura que me aconsejó no mezclar la osamenta primate de Lucy, ni el descubrimiento de los Leaky en África ni a Darwin, en asuntos de dios.
Y amé a mi madre, con rabia feroz al principio por retarme a buscar respuestas que su hacer religioso no podían saciarme. Porque su desafío me abrió en pedazos.
Conocí las cartas de Gregorio (el Papa de las estrategias). Recorrí el mundo bárbaro de San Patricio y San Brendan. Crují en las brasas orgiásticas de Torquemada. Vomité herejías entre los Arrianos. Sufrí los despojos de Galileo abjurando de sus teorías. Amé las sobriedades de Lutero y sus reformas. Gocé la humanidad mezquina de Enrique VIII y me llené de sombras y de lunas, saboteando los versos prohibidos de El nombre de la rosa y de La diosa blanca
Cuando el chico me mira y piensa que estoy loca antes de darle la razón, le recuerdo que siempre hay un punto en el camino, en que la solidez del suelo se desgarra y cada pie en un margen, desequilibra la marcha, detiene y paraliza.
Tomamos decisiones y jugamos a que somos artífices de nuestra propia vida.
Ese tiro, aquella vez, me reencontró con mi naturaleza mas íntima y ahora hoy, me vuelvo a enfrentar a mis fantasmas de viejas tropelías, en sus ojos de espejo empañado cuando me invita como antes de ayer, a sus propias batallas.
-¿Podemos hablar de la diferencia entre ser ateo y agnóstico?-
-Entonces discutamos que es religión y que es religiosidad-
Le digo que priorizo la duda y me alejo de absolutismos.
Me habla de esos fieles rezando y llorando por su hombre emisario de dios y de cuánto bien harían todos juntos si se unieran para algo más concreto y mas verídico.
Le explico que la libertad también contempla el derecho a la fe individual.
Me contesta que la religión debilita y empobrece.
Le recuerdo que ya en las cavernas teníamos sed de trascender.
Me define en teorías y prácticas sus diferencias.
Y yo pienso .¡Joder!... Porque tiene cien respuestas y mil preguntas. Y el sendero de sus razonamientos eclosiona cada día más a prisa.
-¿Tanta ceremonia ? Se murió un Papa pondrán a otro y todo seguirá igual-
Cambian los santos padres y son siempre las mismas palomas degolladas por idénticos motivos. No importa que dijo éste, ese o aquel Importa que nadie ninguno nunca, hizo ni hará nada para revertir el curso de las aguas que hacen del molino de la fe una furiosa necesidad, porque vivir en ésta tierra: hambre violencia miseria injusticia duele tanto que pocos motivos alumbran y la mayoría sobran.
-Dios no existe-
-No me preocupa si existe o no. Me indigna la industria de dios y la barbarie satisfecha en su nombre-
Tal vez a los 14 o 15 el Big Bang es nada mas que un click, un destello y la luz preciosa de saber que en los escombros todavía nos cabe la conciencia, de la mas plena oscuridad.
Sin fecha - Cualquier domingo de otoño Viendo la plaza de San Pedro por televisión -
mheL
Miren como nos hablan de libertad
cuando de Ella nos privan en realidad
Miren como pregonan tranquilidad
cuando nos atormenta la autoridad
¿Que dirá el santo padre
que vive en roma
que le están degollando
a sus palomas?
Miren como nos hablan del paraiso
cuando nos llueven balas como granizo
Miren el entusiasmo con la sentencia
Sabiendo que mataban ya a la inocencia
¿Que dirá el santo padre
que vive en roma
que le están degollando
a sus palomas?
Entre más injusticia, señor Fiscal
Más fuerza tiene mi alma para cantar
Con esto se pusieron la soga al cuello
El sexto mandamiento no tiene sello
¿Que dirá el santo padre
que vive en roma
que le están degollando
a sus palomas ?
Violeta Parra
2 comentarios
r -
qué bella canción y que bello el proyecto.
a veces... parece que nada cambia, Marta.
pasa el tiempo y nosotros nos quedamos, siempre los mismos con las mismas fuerzas pero las mismas lágrimas.
algunas noches extraño ese fulgor... de los 14 años!
un abrazo, mujer. GRACIAS
Marta Zabaleta -
Luego de 31 aniso volvi, como te dije,a mi pais adoptivo, y alli arme un circulo bien lindo al que le llamae: GRACIAS a la VIDA. Y ya ves, la historia le petrtence todavia a ella, tanto casi, como a nosotras, porque cada dia hay mas por esclarecer.En todo caso, antes cuando una tenia 14 anios o algo asi, ya habia leido la Divina Comedia, y aunque sin pretender entednerla, habai reforzado su fe anti fe de cualquier tipo, incluida la de 'fe' de Marx.
Sobrevivile, al Papa,digo, hermana.Un beso.