remanso
No sé qué decirte ahora.
Todavía no secan
mis lágrimas de anoche
Siento tu quietud
de estanque, como un velo
pegado el silencio
al claroscuro
de mis ojos muertos
Quiero quedarme
a lo lejos del paisaje,
un hueco
entre tus labios
de agua tibia y orilla,
exiliarme de palabras
y esperar
porque
refleja un cielo oscuro
tu espejo de remanso
como sombra y eco turbio
de la piel
imposible o subterránea
Paraliza el recuerdo
la nostalgia
de éste nunca
todo nada
jamás siempre
desear entrecortado
y postales despojadas
de reloj.
Quiero quedarme
entre medio del paisaje,
un verde camalote
en tu pecho de laguna,
deshojarme de tormentas
y esperar
viento de marzo
luz de otoño primavera
funde el sol,
las voces de las nubes,
se deshace la ausencia
como espuma,
sobre mí
lloviznan mil estrellas
y disuelve gota a gota
la bruma, una frontera
invisible mortaja
de las horas
y sedales desahuciados
del amor
No sé qué decirte ahora.
Todavía me lloran las manos
Quiero quedarme
en la esquina del paisaje
desvestirme
de sombras y cadenas
algún día
aletear de alas mojadas
y esperar
que las corrientes
te devuelvan o me alejen
el instante murmullo
de quererte
o despertar
*
mhieL
Todavía no secan
mis lágrimas de anoche
Siento tu quietud
de estanque, como un velo
pegado el silencio
al claroscuro
de mis ojos muertos
Quiero quedarme
a lo lejos del paisaje,
un hueco
entre tus labios
de agua tibia y orilla,
exiliarme de palabras
y esperar
porque
refleja un cielo oscuro
tu espejo de remanso
como sombra y eco turbio
de la piel
imposible o subterránea
Paraliza el recuerdo
la nostalgia
de éste nunca
todo nada
jamás siempre
desear entrecortado
y postales despojadas
de reloj.
Quiero quedarme
entre medio del paisaje,
un verde camalote
en tu pecho de laguna,
deshojarme de tormentas
y esperar
viento de marzo
luz de otoño primavera
funde el sol,
las voces de las nubes,
se deshace la ausencia
como espuma,
sobre mí
lloviznan mil estrellas
y disuelve gota a gota
la bruma, una frontera
invisible mortaja
de las horas
y sedales desahuciados
del amor
No sé qué decirte ahora.
Todavía me lloran las manos
Quiero quedarme
en la esquina del paisaje
desvestirme
de sombras y cadenas
algún día
aletear de alas mojadas
y esperar
que las corrientes
te devuelvan o me alejen
el instante murmullo
de quererte
o despertar
*
mhieL
1 comentario
Anónimo -
El poema, en su origen, nace de la lectura mixta de tu texto e, inmediatamente después, de un poema de la feminista francocanaca Madeleine Gagnon, algo más que un nombre, una referencia: una auténtica hija de Maria de Magdala. Añádase que en el momento de substanciarse mi texto, apenas una voz llameante me susurra, desde la más dulce orilla, por ello me tiento los bolsillos del alma y explicito candores, al tiempo que recuerdo la sabiduría de mis viejos del lugar, "con riles, riles, candiles"...
LA SAL DE L´ÀNGEL
A Madeleine Gagnon.
A Federico.
Em dius que coneixes els llocs antics
la mar oberta com un dormitori en desordre
la pell de l´oblit emmurallada
L´aixopluc del gnom l´espill a pany i clau
La tebiesa llisa de l´ànima en l´empremta de les mans dels nens
El perfum de la flor que no guanyà la rosa adventícia
espera orgull vertigen
sol flama desert
vent cendra carn d´argila
cercle cercle cercle del vòmit de l´arena de l´ocell
solc i ala capciró fregant la traça de seda
a despit
l´os quan s´enlaira vital l´abraçada
inútil
la impaciència es torna inútil
nova pedra sísif redona
en peu la muntanya a les fosques
Vulva ferida
la ferum coneixes