otoño...
La sangre se coagula
cuando nos dejamos secar
las hojas
Se caen en un abismo
las palabras dulces,
sin madero
donde aferrar un sueño
de costa
e infinito.
La piel se vuelve rancia,
cuando ningún murmullo
la transita
Se ahogan de sed
las manos
sin territorio
donde hundir la savia
del amor
o un grito...
mhieL
cuando nos dejamos secar
las hojas
Se caen en un abismo
las palabras dulces,
sin madero
donde aferrar un sueño
de costa
e infinito.
La piel se vuelve rancia,
cuando ningún murmullo
la transita
Se ahogan de sed
las manos
sin territorio
donde hundir la savia
del amor
o un grito...
mhieL
4 comentarios
Pere -
Però cap altra cosa a contemplar
des de la cambra que navega sens bitàcola
si a l´arbre del pa de la sang no resta
la sal verda de l´alta ribera
sacsada pels bàrbars,
la fulla a mastegar de la vella muntanya
que calma la set
i endureix l´espart de la corda
del tràngol,
la pedra blana que al sol del llangardaix
mentre l´esfera destriada de la solitud
o el carcerer de la torre ens conforten,
com a penes ens conforta
el canemàs de la paraula que no es proclama:
transgrediria
la clau de tots els paranys,
els espills obscurs de la llum més indòmita,
la cavalcada de la nostra esmorteïda pensa,
els ploms que senten el raïm de l´abís,
la xàrcia dels ors fràgils a trenc d´alba.
I la pell del somni esdevindria el ganivet
d´un simple escamot de cabotatge
que mai no abastí les llindes de la flor falsa,
l´emplastre de rhum, pólvora i lleterola...
els solcs de la sanació darrera.
m -
gracias por tu poema
gracias por la lucha
gracias porque sí
un cariño grande
mheL
Marta Raquel Zabaleta -
EL COLOR DEL TIEMPO
A mis hijos Tomas Alejo y Yanina Andrea Hinrichsen Z.
Audacia suave la del árbol sin hojas
que da sombra a los pájaros de otrora
los pasos
los cuerpos
el suspenso
y
ese cálido
olor de otros tiempos.
agosto 2004, casa de Tome.
rojA -