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un viaje a la nada

cemento

cemento Hoy…
la ciudad se detuvo
en mis ojos sin estribos,
me clavó
sus puñales de cemento
y el frío desteñido
del hambre
en un rumor.

Hoy…
la ciudad se persignó
entre mis manos sin espinas,
me lanzó
sus espadas de ilusiones
y el odio atemperado
del tiempo
del dolor.

Hoy…
la ciudad cobró venganzas
y fui calle, plaza, esquina

la ciudad…
fui yo.

mhieL

1 comentario

Marta Zabaleta -

Bien hecho! Y buena suerte a partir de lo que hicieron hoy. Saludos
Marta.