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un viaje a la nada

"Madame Roìg" burdel

"Madame Roìg"  burdel Entramos al local. Yo quería, desde hace mucho, una foto de época como la que nos tomamos cuando él tenía siete u ocho años y no me llegaba al hombro.
Nos dieron la ropa. Cada uno se vistió en su probador y esperó los accesorios y ajustes necesarios al cuerpo.

Cuando lo ví, de gangster consumado, me dio mucha risa y gusto. Pensé que… sería la única vez quizás que luciría un traje como ese y que, de no haber sido por el juego del disfraz, nunca hubiera accedido a una situación así.
Me miró serio. Muy serio. Odia mis delirios de personaje y no quería posar conmigo en “esas fachas”

-Soy la madre del bandido- le dije sin gracia pero en lucha de consuelo.
-Sos una loca- contestó ofendido
-Si… bueno- pensé rápido y desenfadada –Es una buena coartada esconderse en éstos trapos, no?-
-¿De quién nos escondemos?-
-De los herederos del comisario Falcón y sus perros asesinos-
-Pero a Falcón ya lo hizo estallar Radowitzky… y está preso en Ushuaia… Vimos su celda. Estuve ahí adentro, ¿te acordás?-
-Me acuerdo, K…. pero…. pasaron más de veinte años. Ésta noche, los compañeros van a venir a la “casa”…. El presidente, se dice… va a firmar una amnistía y…-
-Bueno vieja, está bien… Vos recibí a los compañeros que quieras pero…. los vas a esperar vestida…. Saquémonos la foto de una vez-

Un par de cliks pueden desenfundar el arma más sagaz de la realidad seca. Pueden disparar un huracán de historias paralelas, Pueden transportarnos a esas vidas que jamás hubiésemos vivido. Y pueden terminar con la fantasía brutalmente, a quemarropa.

No me gustó la composición. El personaje estuvo presionado. ¿Cómo se puede ser una chica de burdel ante la observación quisquillosa del mini-gangster? … Ese mismo que sin trajes especiales, controla hasta el mínimo detalle de lo visible e invisible de la progenitora. Ese que está atento a los gestos, los accesorios, el des-peinado, y la interacción completa con el mundo circundante….

En fin…salió.
A medias tintas y en verdad… fue cumplir alguna fantasía, aunque no sé por qué esa intriga mía, con las antiguas “casas de la tolerancia” ¿Una vida pasada, tal vez… o el tinte romántico de releer una época de bandidos, pasiones y esperanzas todavía flameando en el andén…?
¿Habré sido madame Roig alguna vez…? No sé, ni me preocupa el rótulo. Me asusta más la prostitución cotidiana del espíritu y del ser. Y me viene a la mente, por ejemplo…. aquella dama de “mala vida”: Ángela Fortunato. Entonces pienso en todos los luchadores de antaño, en una época en que el setenta por ciento de la población estaba compuesta por hombres, en mi Patagonia rebelde y trágica, en un país que enriquecía a bolsillo lleno a burgueses y aristócratas y se iba regando en sangre urgente de obreros, de indios y de mujeres salvajes…

Nunca fue juego pararse frente a un clik sobre la sien. No lo es ahora tampoco, cada día del sobrevivir. Elegir una vereda, un lado del espejo, un lente en una cámara, un camino, un ser… humano. Siempre implica el desafío cualquiera sea la máscara o disfraz.
Pero hay sólo piel y latido después de la ilusión…
en 1920 o en 2005,
con arma o sin ella,
en medias de red o en nada…

tibiezas de estampa reprimida
o desnudeces del espejo

apuesto a ésta locura
que me mantiene despierta,
a la imaginación que ama soles
en las cavernas más oscuras,
a la lucha que corre
por las venas fluviales,
a los ojos atentos
de ese gangster sin balas,
y a las alas rojas
de mi luz
de mujer

y
recuerdo hoy a todAs…
las del puño insurrecto
las del sudor latente
las del vientre proscrito
las del pecho caliente
las del pensar en alto
las del sueño en la piel

mujeres rojas, negras, azules, transparentes…
Salud !

mhieL

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