ver o mirar
Soy un nido de ojeras
de insomnios febriles
y caudalosas lágrimas
y quisiera atreverme
a una luz del espejo
para culpar a alguien:
Mi demonio
de ésta lucha sin tregua
que me empapa la piel
y me desprende el alma
porque ya ni sé
si quiero esperar
a que entiendas, creas, confíes
que aquí hubo una mujer
una vez, un día, un instante y todos
creciendo semillas rojas con tu nombre
en los labios secos
y en los ojos tristes
tu playa
y tu mar
mheL
de insomnios febriles
y caudalosas lágrimas
y quisiera atreverme
a una luz del espejo
para culpar a alguien:
Mi demonio
de ésta lucha sin tregua
que me empapa la piel
y me desprende el alma
porque ya ni sé
si quiero esperar
a que entiendas, creas, confíes
que aquí hubo una mujer
una vez, un día, un instante y todos
creciendo semillas rojas con tu nombre
en los labios secos
y en los ojos tristes
tu playa
y tu mar
mheL
2 comentarios
mhieL -
seguimos, compañero, claro que seguimos... a veces, muchas veces, caminar es el único consuelo que nos queda
pero, por fortuna
existen los horizontes
un paso más lejos
cada dos que se dan.
abrazos
Pere -
Andamos un tanto así. Pero vale la pena. Seguimos, más allá de la trivialidad, del desdoro. Aunque lo nuestro sea eso que los vecinos llaman "piétiner sur place"...
Un poema de Khalid Najar, como siempre del original, gracias a Mohamed:
Cajas
Me robaron la niñez
y la locura.
Me robaron los vientos
de los armatostes de madera
donde guardaba la ropa.
Y de las verjas del Sur me robaron
el croar de las ranas
y los espejos de mi madre.