noviembre
Yo no sé si es por noviembre, que me irrumpe la boca de nostalgias, pero hace días interminables que recuerdo como un rompecabezas, cada pieza fugaz de nuestras últimas charlas.
A veces me parece que te veo pero aunque escondo los relojes y en mis paredes no existen calendarios, sé que no es hoy ni ahora y que esas noches primavera, fueron mías hace más de dos eternos años.
-And now cuándo nos vemos, Mhel?... you tell me - habías dicho a paso lento, mientras desandábamos las calles para desdibujar el encuentro. Y nunca una pregunta me provocó tanta tristeza.
Porque debí decirte: -Ya ahora mismo, quedate hasta que puedas - Pero soy implacable para marcarme la sentencia y me condené al exilio admitiendo un Cuando vuelvas-
Volver es después de haber partido. Y estabas ahí. Y estuviste ahí muchas más cuadras, como habías estado todas las horas transgresoras de los escasos minutos convenidos y como estás siempre, en cada vendaval.
A mí poco me importan tus aviones, los adioses sin promesa o las 36 horas de vuelos baratos que te devolvieron a tu isla de nostalgia. Por eso sigo escribiéndote a tu buzón-caja de galletitas vacía. Y espero tus sobres cansados, esos de correo a lomo de burro, que tardan siglos pero alguien siempre besa, porque llegan igual.
Porque llegas igual. Como el primer día sin aviso y en el peor de los momentos. Como el último y como los que nunca serán o sí Aunque tenga que arrancar del tiempo todas las primaveras y se convierta la estación en un tocado de púas y no pétalos
Yo no sé si es por noviembre pero mientras el sol de ese abrazo y mis latidos te tiemblen nos estaremos viendo sin fronteras, hombre viento sin cadenas, ni culpas ni derrotas
red honey
A veces me parece que te veo pero aunque escondo los relojes y en mis paredes no existen calendarios, sé que no es hoy ni ahora y que esas noches primavera, fueron mías hace más de dos eternos años.
-And now cuándo nos vemos, Mhel?... you tell me - habías dicho a paso lento, mientras desandábamos las calles para desdibujar el encuentro. Y nunca una pregunta me provocó tanta tristeza.
Porque debí decirte: -Ya ahora mismo, quedate hasta que puedas - Pero soy implacable para marcarme la sentencia y me condené al exilio admitiendo un Cuando vuelvas-
Volver es después de haber partido. Y estabas ahí. Y estuviste ahí muchas más cuadras, como habías estado todas las horas transgresoras de los escasos minutos convenidos y como estás siempre, en cada vendaval.
A mí poco me importan tus aviones, los adioses sin promesa o las 36 horas de vuelos baratos que te devolvieron a tu isla de nostalgia. Por eso sigo escribiéndote a tu buzón-caja de galletitas vacía. Y espero tus sobres cansados, esos de correo a lomo de burro, que tardan siglos pero alguien siempre besa, porque llegan igual.
Porque llegas igual. Como el primer día sin aviso y en el peor de los momentos. Como el último y como los que nunca serán o sí Aunque tenga que arrancar del tiempo todas las primaveras y se convierta la estación en un tocado de púas y no pétalos
Yo no sé si es por noviembre pero mientras el sol de ese abrazo y mis latidos te tiemblen nos estaremos viendo sin fronteras, hombre viento sin cadenas, ni culpas ni derrotas
red honey
2 comentarios
rojA -
un saludo
Anónimo -
http://www.fotolog.com/tristilomatarazi/36135087