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un viaje a la nada

St beer´s fest

St beer´s fest Una tarde, mi madre le preguntó a Mik si era católico. Él sonrió sin restricciones y le dijo: “Nací católico, como la mayoría en mi tierra pero después, la vida me regaló una revancha”

Hace unos días me acordé de nuestras charlas, cuando la ciudad amaneció sepultada, bajo toneladas de basura y cincuenta mil personas se lanzaron a las calles céntricas, para escuchar música, ver algún espectáculo y saborear, según cuentan “la mejor cerveza” de ocasión.

17 de marzo.
Hace unos años sólo sabíamos que existía, los que alguna vez oímos hablar de Santa Cruz, en el barrio de Montserrat, o quienes tenemos conocidos en la comunidad esmeralda.
Cada diecisiete, era una celebración familiar, íntima, de alegría religiosa y baladas nostálgicas.
Pero…¡Claro!.... La globalización…
“Bendita tú eres entre todas las rameras
y bendito es el fruto de tu fiel negociación”

Importamos lo que a otros sobra.
Doce mil kilos de vasos y botellas rotos.
Heridos. Enfermos. Golpeados. Cortados. Detenidos.
Y verdes estandartes flameando la agonía en nombre… de qué?.... de quién?.... con qué objeto…?
Money money money money money money …….
Sin rituales ni amaneceres de amanita, a plena calle y adoquines, las voces chillonas de los Leprechauns, desbordaron sus calderos con oro, vanidad y tropelías…

St Patrick`s Day: dicen que versaban los carteles.

Qué bondades tan humanas, Phaddy…! Ya cuando te esclavizaron los celtoi, o cuando les hiciste creer aquello que ya habían sabido siempre…”tres, todo tres, siempre tres, triple, tríptico, trinidad, triángulo, tríada, tri…s teza…”

Las hadas ya se hartaron acaso de virtuosismos?
La iglesia se aburrió de oscuridad?
Es extraño… contemplar que en las tormentas y la nada… uno se aferra mano a mano al caminante, que más sabe del camino y del andar…

Me acuerdo de mi irlandés y sus sarcasmos.
La vida, también ofrece sus revanchas ahora, Mick… ¿Las veremos nosotros …?

No lo sé
No lo sé
No lo sé

mheL

1 comentario

Anónimo -

Si me llevaran más allá del océano,
al Paraíso
y me prohibieran escribir,
rechazaría océano y paraíso.

—Marina Tsvetayeva